El pentatlón de la antigüedad, introducido en los juegos olímpicos de la decimooctava olimpiada, en 708 a.e.c., proporcionaba a su ganador una posición única en los juegos, con el rango de «victor ludorum» («ganador de los juegos»).
Al igual que en el pentatlón de la antigüedad,en el que las cinco pruebas de las que constaba (carrera de un estadio, lucha, salto de longitud con halteras, lanzamiento de jabalina y lanzamiento de disco) estaban en función de las habilidades que debía tener un guerrero en la antigüedad, Pierre de Coubertin consideró actualizar dicha disciplina deportiva trayéndola al mundo moderno que buscara encontrar al atleta completo.
Eligió las pruebas para el pentatlón moderno de acuerdo a las competencias que pensaba que debería reunir idealmente un oficial de enlace del siglo XIX tras las líneas enemigas.